El San Roque sigue haciendo del Municipal de Lepe el fortín inexpugnable sobre el que está forjando su liderato en el grupo X de Tercera. Ya son diez las victorias consecutivas que ha conseguido el equipo aurinegro al amparo de su público, aunque en la tarde de ayer se vio obligado a remontar el tempranero gol del Pozoblanco a los 2 minutos de juego.
No habían acabado de asentarse los dos equipos sobre el césped del Municipal lepero cuando Jesús Llergo se plantó solo delante de Tomás Romero, aprovechando un error de Alfonso para despejar un balón aparentemente fácil. El delantero pozoalbense elevó el balón con calidad por encima del portero aurinegro poniendo al San Roque en una situación que hacía mucho tiempo que no se daba en su propio campo.
El gol tan rápido del Pozoblanco dio paso a unos primeros minutos muy movidos, con ocasiones de gol para uno y otro equipo. El conjunto cordobés pudo aumentar su ventaja sólo dos minutos después en un remate de cabeza de José Gutiérrez a centro desde la izquierda de Alfonso Gutiérrez, que Tomás Romero paró con seguridad. La respuesta del San Roque no se hizo esperar y, primero Capi con un remate de cabeza que atrapó sin muchos problemas Óscar Benito y, sobre todo, Joaquín con un remate de espuela que se fue a la base del poste derecho de la portería visitante, pudieron igualar el resultado antes de que se cumpliera el minuto 10.
Tras este movido inicio de partido, el Pozoblanco se fue haciendo poco a poco con el control del juego, con la defensa muy adelantada y presionando muy arriba la salida del juego aurinegro. Raúl Balsera y Alberto le ganaron la batalla del centro del campo a Nando y Vicente en la primera mitad, lo que obligó a los defensas leperos a tener que ser ellos los que iniciaran el juego de su equipo. Esta circunstancia le otorgó a Cisco el protagonismo del juego, convirtiéndose en el mejor del San Roque en labores de construcción con sus continuos cambios de orientación desde el lateral izquierdo buscando las incorporaciones de Capi por banda derecha, pero con escaso éxito.
Mientras, el Pozoblanco, pese a controlar el centro del campo, no volvió a inquietar a Tomás Romero en lo que restaba de primera mitad.
Poco antes del descanso el San Roque reclamó penalti sobre Joaquín por un posible empujón cuando entraba en el área pozoalbense pero el árbitro le indicó al delantero aurinegro que se levantara ante las protestas del público.
En el comienzo de la segunda mitad el San Roque introdujo en el terreno de juego a Vidal, un media punta, por Avilés, un central, en una decisión del cuerpo técnico lepero que se puede catalogar como valiente después de ver el resultado final, pero que también se podría haber calificado como una decisión suicida si el San Roque no acaba ganando el partido.
Vidal se colocó en el lateral izquierdo de la defensa lepera, aunque donde verdaderamente iba a tener influencia el juego del media punta aurinegro era en las jugadas a balón parado aprovechando la calidad de su pie izquierdo. El primer aviso acabó con remate de cabeza fuera de Joaquín, pero en el segundo saque de esquina que botó Vidal llegó el gol del empate lepero, conseguido por Vicente peinando el balón en el primer palo de la portería de Óscar Benito. Esto ocurría en el minuto 8 de la segunda parte y, a partir de este momento, Nando y Vicente recuperaron el control del centro del campo demostrando lo que se ha visto tantas veces a lo largo de esta temporada, que la pareja de pivotes del San Roque es de las mejores de la categoría.
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