
Durante la semana, el discurso de la plantilla ha sido el mismo. Si ganamos al Estepona, haremos bueno el empate en Yecla. Pues ha llegado el momento. Y lo cierto es que el rival parece propicio ya que no sabe lo que es ganar a domicilio.
La preocupación de los locales pasa por evitar distracciones innecesarias como ha ocurrido en otro tipo de encuentros. Evitar eso supondría dar un paso adelante y tener mucho ganado. Eso sí, antes llegará el momento de jugar como habitualmente lo viene haciendo el equipo y que tan importante es para que se consigan los tres puntos en liza.
Expuesto el asunto, convendrán que el San Roque, si quiere aspirar al triunfo, tendrá que hace otro sobre esfuerzo, a razón de que la cortedad de plantilla evita las necesitadas rotaciones. Eso sí, como ya demostró hace 15 días, el equipo ha encontrado el olfato de gol y el sufrimiento parece menor. Hoy no valen las excusas. Hay que ganar. Perder sería dar un paso atrás en las aspiraciones y eso, tal y como está la Liga se castiga. Estar ahí y ver alejarse a tus rivales es doloroso, más aún siendo conscientes de que se están haciendo milagros con 16 futbolistas profesional –muy buenos, pero 16–.
Del rival, el Estepona, apuntaremos que es décimo cuarto con 17 puntos pero que viene empujando desde atrás, ya que arrancó entre dudas y el triunfo ante el Ceuta de la pasada semana le ha servido para tomar cierto aire en la clasificación. Destaca el conjunto visitante por su fuerza defensiva, ya que aunque ocupa una posición más cercana al descenso, su portero es el quinto menos goleado de la categoría, justo por detrás de Pau Torres. Por ello, y porque las dimensiones del Municipal puede beneficiarles, se espera un choque difícil si a medida que pasan los minutos, el cuadro malagueño mantiene su portería a cero.
Psicología. Si lo psicológico cuenta, el San Roque tiene una baza a su favor porque todos los rivales han doblado la rodilla en el Municipal. El rival además parece propicio para sumar tres nuevos puntos, aunque sería recomendable no confiarse para evitar tropiezos como los de Lorca Atlético o Alcalá.
La determinación con respecto al once, teniendo en cuenta las circunstancias, es más que claro. Sergio Lobera podrá poner sobre el césped del Municipal a su once de gala para que intente llevar al equipo a un nuevo triunfo. De ser así, y si los resultados acompañan –no gana el Ceuta o el Melilla–, los aurinegros dormirían en puestos de promoción de ascenso a Segunda.
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