Quién le iba a decir al Real Murcia cuando consumó su descenso a Segunda B que, pese a estar inmerso en concurso de acreedores y tener una deuda de cerca de 30 millones de euros, sería el más ´rico´ de todos los equipos que compiten en su grupo y posiblemente de los 79 conjuntos –el Cerro Reyes desapareció hace ya algunas jornadas por incomparecencia– que conforman la división de bronce del fútbol español.
Y es que cerca de un 20% de los equipos que militan en la categoría deben al menos cuatro mensualidades a sus jugadores, mientras que alrededor de cuarenta no han abonado entre dos y tres pagas. El Real Murcia, líder del Grupo IV, es uno de los pocos que lleva al día el pago de las nóminas a su plantilla. Algo que contribuye esencialmente en el rendimiento de los granas, que en la mayoría de partidos se están enfrentando a futbolistas que malviven por los incumplimientos salariales de sus clubes.
El cartel de buen pagador, en lo que se refiere a fichas de jugadores, que acompaña a Jesús Samper no ha cambiado pese al descenso de categoría. En una Segunda B en la que los ingresos prácticamente no existen, la venta de Sergio Escudero al Schalke 04 (2 millones de euros) y la visita del Real Madrid en Copa (algo más de un millón de euros) han contribuido a que la economía del Real Murcia no se resienta aún más en una Segunda B repleta de deudas.
Los jugadores del Real Murcia se pueden considerar como los más afortunados de todo su grupo. A sus altos salarios, respecto a lo que pagan, si es que lo hacen, sus rivales, hay que unir la seriedad de los responsables granas a la hora de afrontar las nóminas.
Esta suerte no la tienen otros muchos jugadores. Los peor parados en esta temporada son los futbolistas que conforman las plantillas del Estepona, a la que le adeudan entre siete y ocho meses; del Real Jaén (seis nóminas sin cobrar), del Puertollano (cuatro o cinco meses) y del Jumilla, que ya han asumido que no recibirán un euro en toda la campaña.
En la Región, al margen del Yeclano y del Lorca Atlético, que de momento están más o menos al día, está el Caravaca. Sus jugadores, que ya protestaron en Nueva Condomina, llevan dos meses sin cobrar y la situación puede ser mucho peor a partir de ahora, ya que la directiva no tiene recursos económicos para hacer frente a los sueldos de la plantilla.
El Poli Ejido, que antes del choque ante el Murcia veía como dimitía el entrenador y el director deportivo por los problemas económicos, no paga a su plantilla desde hace dos meses y medio. El Almería B también tiene una deuda parecida con sus futbolistas.
Los comunicados, las amenazas de huelgas o de encierros y las protestas sobre el terreno de juego son habituales cada jornada, aunque posteriormente no sirven de nada y los jugadores acaban cediendo a las presiones de los clubes.
Con menos problemas, pero con cierto atrasos en los pagos, también están clubes como el Cádiz, el Écija, el Lucena, el Betis B y el Alcalá.
Y es que cerca de un 20% de los equipos que militan en la categoría deben al menos cuatro mensualidades a sus jugadores, mientras que alrededor de cuarenta no han abonado entre dos y tres pagas. El Real Murcia, líder del Grupo IV, es uno de los pocos que lleva al día el pago de las nóminas a su plantilla. Algo que contribuye esencialmente en el rendimiento de los granas, que en la mayoría de partidos se están enfrentando a futbolistas que malviven por los incumplimientos salariales de sus clubes.
El cartel de buen pagador, en lo que se refiere a fichas de jugadores, que acompaña a Jesús Samper no ha cambiado pese al descenso de categoría. En una Segunda B en la que los ingresos prácticamente no existen, la venta de Sergio Escudero al Schalke 04 (2 millones de euros) y la visita del Real Madrid en Copa (algo más de un millón de euros) han contribuido a que la economía del Real Murcia no se resienta aún más en una Segunda B repleta de deudas.
Los jugadores del Real Murcia se pueden considerar como los más afortunados de todo su grupo. A sus altos salarios, respecto a lo que pagan, si es que lo hacen, sus rivales, hay que unir la seriedad de los responsables granas a la hora de afrontar las nóminas.
Esta suerte no la tienen otros muchos jugadores. Los peor parados en esta temporada son los futbolistas que conforman las plantillas del Estepona, a la que le adeudan entre siete y ocho meses; del Real Jaén (seis nóminas sin cobrar), del Puertollano (cuatro o cinco meses) y del Jumilla, que ya han asumido que no recibirán un euro en toda la campaña.
En la Región, al margen del Yeclano y del Lorca Atlético, que de momento están más o menos al día, está el Caravaca. Sus jugadores, que ya protestaron en Nueva Condomina, llevan dos meses sin cobrar y la situación puede ser mucho peor a partir de ahora, ya que la directiva no tiene recursos económicos para hacer frente a los sueldos de la plantilla.
El Poli Ejido, que antes del choque ante el Murcia veía como dimitía el entrenador y el director deportivo por los problemas económicos, no paga a su plantilla desde hace dos meses y medio. El Almería B también tiene una deuda parecida con sus futbolistas.
Los comunicados, las amenazas de huelgas o de encierros y las protestas sobre el terreno de juego son habituales cada jornada, aunque posteriormente no sirven de nada y los jugadores acaban cediendo a las presiones de los clubes.
Con menos problemas, pero con cierto atrasos en los pagos, también están clubes como el Cádiz, el Écija, el Lucena, el Betis B y el Alcalá.
En total son ocho los clubes que por el momento van al día. Además del Real Murcia, están pagando a sus jugadores el Sevilla Atlético, el San Roque, dirigido por un grupo inglés que por el momento está haciendo frente a todos los pagos; el Melilla, que cuenta con un gran respaldo de la Ciudad Autónoma; el Roquetas, también con mucha ayuda institucional; el Ceuta y los ya mencionados Lorca Atlético y Yeclano
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