
La Ciudad Deportiva vivió un partido de locura. Enfrente estaban dos equipos demoledores en ataque pero con ciertas carencias en defensa. El Celta cuenta en su plantilla con una línea ofensiva de muchos quilates. Tantos que cada jornada Paco Herrera debe consultar con la almohada a quién deja en el banquillo. En este partido fueron David Rodríguez -seis goles- y Orellana. En el Villarreal B juega un delantero centro que (casi) todo lo que toca acaba dentro.
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