CUIDADIN CON EL CADIZ

El mes de julio asoma la cabeza con el verano a pleno rendimiento y el futuro del Cádiz en el aire. Nadie sabe qué va a pasar y cuál será la solución, si es que la hay. Un año más, la incertidumbre rodea al club.

 El día 5, es decir, el próximo jueves, el club debe presentar un aval de 200.000 euros si quiere competir la próxima temporada en Segunda División B. Si el Cádiz no deposita ese obligado aval en la Real Federación España de Fútbol, descenderá de manera automática a Tercera División y firmará su sentencia de muerte en pleno concurso de acreedores.

 El accionista mayoritario del Cádiz, Antonio Muñoz, está obligado a buscar una solución antes del jueves. Tiene casi cerrado un acuerdo con Quique Pina para que el empresario murciano se haga cargo del club la campaña venidera con algo más que la gestión deportiva.

Todo apunta a que Pina se haría también con las acciones de Muñoz, aunque los detalles de ese pacto sólo se conocerán si se concreta ese acuerdo que conllevaría un proyecto deportivo ambicioso. Pina ha asegurado que está dispuesto a confeccionar una plantilla todavía más fuerte que la del curso anterior para sacarse la espina y conseguir el ansiado ascenso a la categoría de plata.

Pero el murciano ha sido tajante: para aterrizar en el club el Ayuntamiento debe saldar la deuda con la entidad cadista que el también presidente del Granada cifra en torno a un millón de euros. El Consistorio se ha mostrado firme desde que planteó al Cádiz que le abona de 756.000 euros por el lucro cesante derivado de la construcción de la Tribuna del Carranza y se olvide de los bajos del estadio.

 El conflicto entre el club y el Consistorio no está solucionado, pero los abogados de Muñoz y técnicos municipales se han sentado a dialogar en busca de un acuerdo que se debe sustanciar lo antes posible.