Cuando hace justo un año Julio Velázquez se vio obligado a dejar un Poli Ejido en plena bancarrota, pocos imaginarían que a este joven técnico estaría ahora entrenando en Segunda división. Su ascenso al Villarreal B, propiciado tras el aterrizaje de Molina en el primer equipo amarillo, ha sido una de las pocas alegrías que se han llevado los Roig esta temporada.
Con 13 puntos de los últimos 15 posibles, el filial del submarino es el mejor equipo de Segunda en las últimas cinco jornadas. Además, la buena racha está colocando en el plano futbolístico nacional a Julio Velázquez, que con sólo 30 años está empezando a vivir el sueño que tenía cuando con sólo 15 años empezó a entrenar.
Su historia es realmente atípica. Se trata de un apasionado del fútbol que siendo chaval ya entendió que lo suyo no era dar patadas a un balón, sino entrenar. "El fútbol siempre ha sido algo vocacional para mí", cuenta a MARCA, "ha sido una inquietud desde niño. De pequeño hacía alineaciones, me gustaba estudiar el juego. Así que con Con 15 años empecé a entrenar en el San Nicolás, en el barrio, y con 21 años me saqué el título nacional de entrenador".
Una carrera precoz que le ha hecho enriquecer su pizarra en San Nicolás -el barrio de Valladolid donde se crió), Aranda de Duero, Valladolid, El Ejido y Villarreal. "Estuve en el Valladolid B y trabajando con Mendilibar en el primer equipo en un momento muy enriquecedor. En el Poli Ejido viví una etapa muy bonita, jugando el play off por el título con el juvenil y luego haciéndome cargo del primer equipo. Luego, en enero dejaron de pagarnos y hubo que poner punto y final", dice. Su etapa celeste le sirvió, además de para crecer como técnico, para fichar por el Villarreal C, después de asombrar a los Roig en una recordada eliminatoria de Copa.
Del tercer equipo pasó en Navidad al filial, un conjunto que pelea en Segunda con clubes poderosos: "Esta categoría es un escaparate extraordinario. Queremos ser protagonistas en todos los partidos, ése es nuestro estilo". Pero Julio, que incluye en su formación el título de prepador físico y más de un viaje a Portugal para estudiar los métodos de Villas-Boas, no es un entrenador de ideas fijas. "Tengo un concepto del juego, pero tienes que adaptarte a lo que tienes en cada equipo".
Sobre la principal nube que se cierne ahora sobre su trabajo, es tajante: "Estoy seguro de que el primer equipo se salvará. Seguro. Es lo que merece este club por su proyecto".
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